La silicona de grado alimenticio se usa ampliamente en utensilios de cocina, productos para bebés y herramientas que entran en contacto con alimentos. Pero ¿lo has notado? Los diferentes productos de silicona pueden comportarse de manera diferente a altas temperaturas. Estas diferencias se deben a la fórmula interna de la silicona.
En este artículo, analizaremos en detalle cómo la formulación afecta la resistencia térmica de la silicona de grado alimenticio. Analizaremos los factores clave que influyen y compartiremos ejemplos prácticos para ayudarle a tomar decisiones informadas al seleccionar materiales.

¿Por qué es tan importante la resistencia al calor para la silicona de grado alimenticio?
La resistencia al calor es clave para garantizar que la silicona de grado alimenticio se mantenga segura, resistente y duradera. Permite que los productos de silicona funcionen bien en la cocina, incluso a altas temperaturas.
- Soporta altas temperaturas de cocción: Los moldes y tapetes de silicona para hornear suelen soportar temperaturas superiores a 200 °C. Si el material no lo soporta, puede descomponerse y liberar sustancias químicas nocivas en los alimentos.
- Seguro para hervir y cocinar al vapor: Los artículos para bebés, como tetinas y tazones, suelen necesitar hervirse o cocinarse al vapor. La silicona de buena calidad se mantiene firme y segura. No se derrite, no se deforma ni gotea.
- Resiste el calentamiento repetido: Los microondas y lavavajillas provocan cambios constantes de temperatura. La silicona de mala calidad puede agrietarse, desteñirse o endurecerse con el tiempo.
- Mantiene los productos con el aspecto y el funcionamiento correctos: Si la silicona se daña por el calor, puede dejar de funcionar bien o tener un aspecto deficiente. Esto puede perjudicar la percepción que los clientes tienen de tu marca.
En resumen, la resistencia al calor es la base de una silicona segura y confiable. Ayuda a que el material se mantenga limpio, fuerte y confiable.
¿Qué afecta la resistencia al calor de la silicona?
La resistencia térmica de la silicona de grado alimenticio no es fija. Se define por su formulación y estructura internas. Estos son los principales factores que afectan su resistencia térmica.
Tipo de polímero base
El tipo de polímero utilizado es fundamental. La mayoría de las siliconas de grado alimenticio se fabrican con polidimetilsiloxano (PDMS) o polimetilvinilsiloxano (PMVS). Estos materiales poseen fuertes enlaces silicio-oxígeno, lo que les confiere una resistencia térmica natural.
Para un mayor rendimiento, algunas formulaciones utilizan siliconas modificadas con fenilo o fluorosilicona, como el PVMQ (caucho de metil-fenil-vinilsilicona) o el FVMQ (caucho de fluorosilicona). Estos ofrecen mayor estabilidad térmica y soportan temperaturas extremas, hasta 300 °C en algunos casos.
El peso molecular y el contenido de vinilo del polímero también afectan la densidad de reticulación, lo que incide en la elasticidad y la estabilidad térmica.

Sistema de curado
El curado, el proceso que une las cadenas de silicona para formar una red sólida, es clave para formar una estructura estable. El sistema de curado utilizado influye considerablemente en la resistencia de la silicona al calor.
Tipo de curado | Mecanismo | ¿Es seguro para uso alimentario? | Resistencia al calor |
Curado con peróxido | Reacción de radicales libres | No (puede dejar residuos) | Bueno (necesita post-curado) |
Curado de platino | Reacción de adición, sin subproductos. | Sí | Excelente (muy estable) |
La mayoría de las siliconas de grado alimenticio actuales utilizan sistemas de curado con platino. Estos crean una estructura más limpia y uniforme, sin subproductos, lo que proporciona mayor estabilidad, transparencia y control de olores.
La cantidad de agente de curado también es importante. Una mayor cantidad de agente implica una reticulación más firme y una mejor resistencia al calor, pero un exceso puede quebrar el material.
Rellenos y aditivos
La silicona es naturalmente blanda, por lo que se le añaden rellenos de refuerzo para mejorar su resistencia y resistencia al calor. El más común es la sílice pirogénica, un polvo fino que se mezcla bien con el polímero y refuerza la estructura.
También se añaden antioxidantes y estabilizadores térmicos para ralentizar el envejecimiento a altas temperaturas. Por ejemplo, el óxido de hierro o el negro de humo pueden neutralizar los radicales libres y retrasar la degradación.
Sin embargo, el equilibrio es clave. Un exceso de relleno puede afectar la suavidad, la transparencia o la facilidad de procesamiento del producto. Si es insuficiente, no resistirá el calor.
Masterbatches de color y pigmentos
El color también importa. Algunos pigmentos orgánicos se descomponen o desprenden olores a altas temperaturas. Para productos sensibles al calor, es más seguro usar pigmentos inorgánicos, como óxido de hierro o dióxido de titanio. Estos son más estables y no afectan la seguridad del producto ni el olor.

¿Cómo varía la resistencia al calor entre diferentes formulaciones de silicona?
Al diseñar productos de silicona de grado alimenticio, es importante comprender que las diferentes formulaciones pueden variar considerablemente en cuanto a resistencia al calor, estructura, método de procesamiento y aplicaciones adecuadas. La siguiente tabla compara algunos de los tipos de silicona más comunes según sus sistemas de curado, límites térmicos y usos típicos, lo que le ayudará a tomar decisiones informadas tanto en el diseño como en la selección de materiales.
Tipo de silicona | Resistencia típica al calor | Grado alimenticio | Método de curado | Estructura y características | Aplicaciones Típicas |
Silicona sólida curada con platino | -40°C a 230°C | Sí | Caucho sólido + compresión o extrusión catalizada con platino | Denso, sin olor, dureza ajustable, resistente al calor. | Moldes para hornear, tetinas para bebés, tazones para comer |
Caucho de silicona líquida (LSR) | -50°C a 200°C | Sí | Inyección líquida de dos partes + curado con platino | Alta fluidez, mezcla automática, ideal para formas complejas. | Productos para bebés, tubos médicos, sellos. |
Silicona de alta transparencia | -40°C a 220°C | Sí | Fórmula premium + procesamiento refinado (platino o LSR) | Alta pureza, superficie brillante, excelente claridad. | Pajitas, piezas de botellas, utensilios de cocina transparentes. |
Silicona espumada | -40°C a 180°C | Algunos son | Agente espumante + curado térmico (compresión o extrusión) | Ligero, suave, aislante y amortiguador. | Guantes de horno, manteles individuales, cojines de asiento |
¿Mayor resistencia al calor significa siempre mejor?
En la formulación de silicona de grado alimenticio, la resistencia al calor es importante, pero una mayor resistencia no siempre significa mejor. Cada fórmula busca un equilibrio entre rendimiento, costo y procesabilidad.
Para mejorar la estabilidad térmica, los formuladores pueden aumentar la proporción de caucho de fenil silicona, aumentar la densidad de reticulación o añadir más estabilizadores térmicos. Estos ajustes pueden aumentar la estabilidad del material a altas temperaturas. Sin embargo, también pueden aumentar la dureza, reducir la flexibilidad, disminuir la fluidez durante el procesamiento y aumentar el coste total.
Otras propiedades también pueden verse afectadas. Por ejemplo, una mayor densidad de reticulación mejora el rendimiento térmico, pero puede hacer que el material se sienta más rígido. Un mayor número de rellenos puede mejorar la resistencia al calor, pero reduce la transparencia. La silicona de colores brillantes puede requerir fórmulas termoestables más resistentes para proteger los pigmentos.
Por eso, una buena fórmula de silicona siempre busca el equilibrio. Debe cumplir con la resistencia térmica necesaria para el producto, manteniendo al mismo tiempo una buena resistencia mecánica, calidad visual, eficiencia de producción y control de costos.

¿Cómo evaluar la resistencia al calor de la silicona de grado alimenticio?
Para comprender realmente cómo funciona bajo calor, se necesitan varias pruebas profesionales.
- Prueba de envejecimiento por calor Es uno de los métodos más comunes. Consiste en colocar muestras de silicona en un horno de alta temperatura durante un período determinado y luego verificar los cambios clave en dureza, resistencia a la tracción y elongación. Por ejemplo, una bandeja de silicona para hornear de alta calidad podría mostrar una pérdida de resistencia a la tracción inferior a 2% tras un envejecimiento a 250 °C durante 72 horas, lo que constituye un excelente indicador de durabilidad térmica.
- Análisis termogravimétrico (TGA) Mide la pérdida de peso de un material al calentarse. Esto ayuda a identificar su estabilidad térmica y su punto de descomposición. Una buena silicona de grado alimenticio suele perder menos del 51% de su peso a 300 °C.
- Calorimetría diferencial de barrido (DSC) Se puede utilizar para observar las transiciones de calor y el nivel de curado.
- Prueba de compresión Se utiliza a menudo en productos de silicona para sellos. Muestra la capacidad de recuperación de la silicona tras comprimirse a altas temperaturas. Un valor bajo significa un mejor rendimiento a largo plazo bajo calor y presión.
- Pruebas de migración También son esenciales. Garantizan que no se liberen sustancias nocivas al exponer la silicona al calor. Estas pruebas cumplen con las normas de contacto con alimentos de la FDA o la UE. Por ejemplo, una esterilla para hornear se puede probar a 230 °C durante 4 horas y, si no se detecta migración, se considera apta para uso alimentario.
- Otras pruebas importantes incluyen envejecimiento con aire caliente (70 °C–250 °C), temperatura de deflexión térmica (HDT) y temperatura de uso continuo (CUT), que simulan el uso real a largo plazo.
Con esta combinación de pruebas, puede evaluar si un producto de silicona realmente ofrece una resistencia al calor segura y estable para el uso diario en la cocina.

¿Cómo elegir el nivel de resistencia al calor adecuado para su producto?
Al desarrollar una fórmula de silicona personalizada o un producto OEM, seleccionar el nivel adecuado de resistencia al calor es un primer paso clave. Esto garantiza un equilibrio adecuado entre rendimiento, seguridad y costo. A continuación, se presentan algunos factores importantes a considerar:
- Rango de temperatura de trabajo: Conozca tanto la temperatura de trabajo típica como los picos de temperatura a corto plazo. Por ejemplo, ¿el producto se someterá a agua hirviendo, horneado o esterilización por vapor? ¿O simplemente permanecerá a temperatura ambiente?
- Frecuencia de exposición al calor: Productos como chupetes o pajitas de silicona suelen someterse a procesos de calentamiento, limpieza y esterilización repetidos. Estos requieren fórmulas con mayor estabilidad térmica.
- Tipo de contacto con alimentos: ¿Se utilizará el producto con alimentos grasosos, ácidos o muy pigmentados? Estos pueden acelerar el envejecimiento o causar manchas y malos olores. En estos casos, la fórmula debe optimizarse para lograr resistencia química y baja migración.
- Requisitos visuales o táctiles: Si la suavidad, el color o la transparencia son factores clave para la venta, la resistencia al calor debe equilibrarse con la apariencia y el tacto. Una mayor estabilidad térmica a veces puede reducir la flexibilidad o la claridad.
Al definir claramente estas condiciones, los proveedores y fabricantes de materiales pueden encontrar el grado de silicona adecuado para sus necesidades. Esto evita un diseño excesivo que incrementa el costo o un rendimiento deficiente que puede provocar fallas en el producto. Un nivel de resistencia al calor bien seleccionado protege el producto durante el uso real, sin exceder el presupuesto ni incumplir sus objetivos de mercado.
Conclusión
La resistencia al calor no es un valor fijo. Depende de varios factores que interactúan, como el polímero base, el sistema de curado, los rellenos y la estructura del producto. Al comprender estas diferencias en la formulación, puede elegir y personalizar la silicona con mayor prudencia, garantizando mayor seguridad, durabilidad y una experiencia de uso óptima.
Si está desarrollando moldes para hornear, artículos para bebés o utensilios de grado alimenticio y no está seguro de qué material de silicona elegir, no dude en contactarnos. Ofrecemos asesoramiento personalizado sobre formulaciones y análisis de muestras para ayudarle a encontrar la solución ideal.